Mesón restaurante auspiciado por la asociación Aspanri – AspanriDown. Esto quiere decir que es un centro de inclusión social donde el 80% del personal está formado por personas con síndrome de Down u otra discapacidad intelectual. Esto en sí ya es un magnífica razón para acudir a este establecimiento.
El mesón dispone de varios salones de gran capacidad. Es un local grande. La comida es variada y correcta. Oferta sencilla y apetecible para cualquier comensal que guste de lo tradicional. Ensaladilla, carrillada, croquetas, papas bravas, embutidos, algo de carne y otro poco de pescado frito. Lo de toda la vida, vamos. Todo estaba bueno y la presentación era muy cuidada. Pero la comida es lo de menos.
Pongo especial atención en el personal. Amables no, lo siguiente. Todos los camareros que me atendieron tenían alguna discapacidad en diferente grado y no podían ser más encantadores. Ahí notas la importancia de este tipo de proyectos. La atención y amabilidad de los camareros es incluso superior a la de otros restaurantes. ¡Ay!, si en todos los sitios te atendieran así de bien. Bravo por la labor de esta asociación.
Clasificación de la experiencia: extraordinaria. Vayan y apoyen este proyecto. Y disfruten de una buena comida de paso.
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