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Vino oloroso elaborado por Bodegas Juan Piñero. Según la bodega: color caoba con irisaciones verdes. Nariz especiada de gran finura y elegancia, con recuerdos de naranja confitada y maderas nobles. Boca aterciopelada y de gran concentración. De postgusto muy agradable y persistente.

Oloroso VORS, ósea, con una crianza certificada de al menos 30 años. Es difícil saber con precisión la edad exacta de este vino puesto que la misma bodega reconoce que el origen de la solera se confunde en el tiempo. Podemos fantasear con un vino de 45-50 años. Me gusta pensar eso. De todas formas… muchos años de concentración y sabiduría. Otra joya de Juan Piñero.

Uvas procedentes de pagos jerezanos y lenta, lentísima crianza con los aires de Sanlúcar de Barrameda. En otra vida me gustaría ser este vino.

Nariz potente y sutil. Los años le han dado un aroma poderoso pero fino y elegante a la vez. Te enamora y te invita a probarlo. En boca es una locura. Noté cierto sabor a fruta, naranja o melocotón, y a oxidación. Es un oloroso de los antiguos. Evidentemente tiene aromas y sabor a madera. Tantos años conviviendo juntos… En boca es sedoso, con volumen, masticable, como suelo decir, y con una final interminable. Por favor, no beban agua después de beber este vino. Conserven el sabor en la boca todo el tiempo que puedan. Y huelan la copa vacía una y otra vez y creerán estar en el templo vinatero de la calle Trasbolsa.

Tomar fresco, que se atempere en la mesa. Y en catavinos bodegueros, por favor. Como saben, no comulgo mucho, nada realmente, con las nuevas copas que defiende el Consejo Regulador. La botella de 50 ml. cuesta alrededor de 38 €. ¿Maridaje? ¿Todavía estamos con eso? El maridaje clásico sería con guisos de carne, quesos viejos… Si te gusta este vino tómalo con lo que te dé la gana.

Clasificación de la experiencia: Extraordinaria. Hay que darse un homenaje de vez en cuando y qué mejor forma de hacerlo que con este elixir sanluqueño. Merece la pena probarlo y soñarlo.

http://www.bodegasjuanpinero.com