Bar restaurante situado en la zona de Sevilla 2.
Dispone de un salón interior y de una terraza exterior. El día que lo visité estaba lleno, Confieso que llevaba otra idea en la cabeza. Al entrar me encontré una clientela muy joven. La proximidad de la universidad supongo que tiene algo que ver. Carta correcta y variada y posibilidad de pedir tapas. Eso se agradece.
La comida no me gustó del todo. La ensaladilla no era propia de un bar sevillano y el solomillo al whisky menos. Entiendo que son tapas que allí saldrán mucho y van enfocadas a otro público. Me da la sensación de que este establecimiento abrió con otra idea pero ha tenido que adaptarse al momento y al lugar. Sueños rotos de gastrobar. La atención de los camareros fue correcta. El precio está bien.
Clasificación de la experiencia: regular. No puedo recomendar este sitio.
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