Bar situado en la zona céntrica y turística de Écija. Dispone de una terraza interior y una zona de barra. La carta es muy corta y la calidad de la comida deja bastante que desear. Pedimos espinacas y tuvimos que devolver el plato. ¡Y nos lo cobraron! El resto de la comida era bastante era regular tirando a mala. Me llamó mucho la atención la prisa con la que el camarero nos limpiaba la mesa de platos y vasos. No sé qué prisa tenían a las tres de la tarde.
Clasificación de la experiencia: mala. No puedo recomendar este sitio.








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