Complejo de apartamentos en la playa de Mojácar. Para los amantes de los megahoteles. No te sentirás solo en ningún momento.
Tuvimos alguna dificultad al principio para acceder desde el parking al hotel. Es bastante lioso. Es imprescindible el parking para pasar unos días en Mojácar. Totalmente imprescindible.
Pueblo Indalo es un megahotel compuesto de muchos apartamentos con diferentes configuraciones. La sensación de masificación realmente solo la vivimos en la piscina y en las colas de la zona del comedor. Nosotros no contratamos desayuno ni pensión. Lo vimos desde lejos pero no nos hubiera gustado la experiencia. Largas colas para entrar a desayunar, almorzar o cenar. Lo de las piscinas es caso aparte. ¡Había mucha gente en las piscinas! Tienes que buscar un hueco y no moverte de allí. Un niño se tira al lado, otro niño te da una patada buceando… aglomeración total.
En el resto de los servicios del hotel no observamos esas dificultades. Tenías acceso a ellos sin problema.
Dispone de una magnífica localización. Justo junto a la playa Piedra de Villazar. La entrada del hotel ya te dice que estás ante un establecimiento de grandes dimensiones. Dispone de dos piscinas estándar y una piscina para niños con toboganes y juegos. Aquí también sufrimos el exceso de humanidad. De niños y de padres. Los niños casi se daban unos con otros al tirarse por el tobogán y la piscina estaba llena de padres. Se puede vigilar también desde el borde de la piscina. No hace falta estar de pie ocupando el espacio de los niños.
El ambiente es agradable y familiar. Familiar de familias. Padres, niños, abuelos… hotel para ir con niños sin duda.
Dispone de un supermercado con precios más o menos normales y buena variedad de artículos. Mención especial merece la mantequilla. Carísima allí y en cualquier establecimiento de Mojácar. No sé por qué. Hay una tienda de souvenirs, una pizzería, un bar, una heladería y servicio de lavandería de pago. Bien.
La animación nocturna, para ser un hotel con tanta gente, bastante escasa. Se limita a algunos espectáculos simples para niños y poco más. Es una pena. Tienen un buen escenario, un montón de mesas al lado y un bar. Ahí lo dejo.
Algo que me sorprendió. El hotel es tan grande que tiene un servicio de seguridad privada. Curioso.
En cuanto a los apartamentos, nosotros estuvimos en uno de dos dormitorios. No hay ascensor para subir a los apartamentos. Con maletas grandes es un problema. La cocina estaba bien, el salón amplio, una pequeña terraza, un cuarto de baño normal y dos dormitorios grandes. Bien en general. Quiero recalcar una cosa sobre la limpieza. Habíamos leído algunos comentarios en internet que decían que iban cada dos o tres días. Nuestro apartamento lo limpiaron todos los días y las camas las hicieron todos los días. Punto a favor. Y otro punto más. La nevera enfriaba mucho. De maravilla.
Sí quisiera comentar una cosa. No había tostador en el apartamento. Llamé a recepción y me dijeron que tenía que hacer un depósito de 20 euros que después me devolverían. ¡Hombre! Por una parte entiendo al hotel. La gente es cutre y se lleva el tostador. Por otra parte es la primera vez que voy a un apartahotel y me pasa esto, que no haya tostador en la habitación. Fuimos a un bazar y compramos uno que no era malo, era lo siguiente. Lo encendí para probarlo y se le cayó un botón.
Ya he dicho antes que el complejo está muy bien situado. Delante tiene la playa y a ambos lados todo tipo de restaurantes, tiendas, heladerías, supermercados, un centro comercial… En el lateral del hotel hay una sala de juegos con bolera. Un acierto. A la derecha está la salida de Carboneras y a la izquierda la de Garrucha y Vera. Todo a mano.
Clasificación de la experiencia: buena. Para ir con niños. Un camión de paciencia y a disfrutar.
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