Comienzo mi blog de experiencias con esta venta que es relativamente nueva para mí. He ido tres veces, suficientes para darme cuenta de que es un templo gastronómico del conejo.
Quien diga que no le gusta el conejo es que no lo ha probado en la venta de Curro.
Curro es el propietario y parte esencial de la venta. Su simpatía y buen hacer hace que la experiencia sea más agradable. Venta tipo “antigua” decorada con motivos flamencos y taurinos. No podía ser de otra forma. En el pueblo del cantaor más grande que jamás ha existido, Antonio Mairena (opinión de un servidor), no podía ser de otra manera.
En lo gastronómico, conejo. Con arroz, en salsa, tomate y… al ajillo. El conejo al ajillo está… de muerte.
No son conejos de campo, sería imposible con el gran volumen de ellos que venden, pero cocinados de una forma magistral. En su punto y en trozos pequeños para saborearlos mejor.
La carta no es muy extensa pero, para qué? El que va allí va para comer conejo. Y no hace falta más.
Para acompañar hay ensalada, patatas fritas, revuelto, arrebatao (huevos fritos, cebolla…) y algunas cosas más. Todo de alto nivel y sabor auténtico.
En fin, comida de gran calidad en un ambiente sencillo y agradable.
Clasificación de la experiencia: De escándalo!
http://www.ventalosconejos.com
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